lunes, 23 de febrero de 2009

LINFOMA


Superar el Linfoma... la actitud es fundamental
Principalmente hay dos periodos de tiempo en los que puede aparecer Linfoma: uno, entre los 15 y los 20 años; y otro después de los 40 años, el Linfoma puede afectar a personas de todas las edades y de ambos sexos; sin embargo llama la atención el creciente número de casos que se están registrando en los últimos años en personas jóvenes, por lo que hay que mas atento y ante un diagnóstico ofrecer todo el apoyo posible para mantener la esperanza y superar la enfermedad.
Recibir el diagnóstico de cualquier tipo de cáncer siempre es devastador en el primer momento, pero se alivia un poco el impacto cuando se le informa al paciente que hay posibilidades de tratamiento para la afección que padece y que es fundamental, por muy difícil que esto resulte, mantener la actitud positiva y la fe en una posible curación. Por ello, es muy importante que la persona cuente de inmediato con una buena orientación, más el apoyo familiar y/o de amigos, como también la ayuda psicológica y de todas las alternativas que le brinden la posibilidad de mantener su calidad de vida, mientras sobrelleva su enfermedad.

En el caso del Linfoma, una enfermedad maligna de los linfocitos, el panorama no es diferente, quizás, hasta más desalentador, pues se trata de una enfermedad “extraña” y de muy poco conocimiento en la población en general, lo cual aumenta las dudas y el temor. Sin embargo la calidad de vida de un paciente con Linfoma no tiene que verse seriamente afectada, si el diagnóstico del paciente es precoz y no se encuentra en un estadío avanzado que comprometa a otros órganos o deteriore otras funciones del organismo.

Por consiguiente, se insiste bastante en la importancia de que, ante la más mínima sospecha o síntomas que llamen la atención, la persona acuda a la consulta médica para salir de dudas; y en caso de que tenga un diagnóstico de Linfoma, comience de inmediato un tratamiento adecuado y evite que la enfermedad se desarrolle y avance mas, pues cuando los pacientes llegan a consulta ya están muy deteriorados, lo cual es doloroso, porque hay que tomar en cuenta que 8 de cada 10 casos que son detectados en su primera etapa, pueden ser 100% tratables”.

Señales de alerta:
 Crecimiento sostenido de los ganglios linfáticos y endurecimiento de los mismos
 Fiebre alta de origen desconocido
 Pérdida de peso repentina e inexplicable
 Cansancio
 Sudoración nocturna profusa
 Tos y ahogo
 Picazón persistente en todo el cuerpo


Hay esperanzas
En cuanto a las opciones terapéuticas, dependen del tipo de Linfoma, la extensión de la enfermedad, lo temprano del diagnóstico, las condiciones del paciente y si las células tumorales responden favorablemente a la quimioterapia. Entre las líneas de tratamiento se encuentra la quimioterapia, la radioterapia, la terapia combinada –aplicación de ambas (Quimioterapia – Radioterapia), las terapias biológicas como los anticuerpos monoclonales y el trasplante de médula ósea.

“El entorno familiar y la propia personalidad del paciente también son fundamentales, porque la manera de enfrentar la enfermedad es variable según la persona. Hay luchadores aún en los peores momentos, como hay los que se dan por vencidos al recibir el diagnóstico. Es importante que los pacientes busquen ayuda psicológica y se apoyen en lo que les haga sentir mejor, entre lo que cabe un estilo de vida más sano y una alimentación adecuada; es fundamental que no ingieran alimentos crudos durante la quimioterapia para evitar infecciones oportunistas y que traten de llevar su vida lo mas normal posible”, concluyó la doctora Morales

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