martes, 13 de octubre de 2009

NUEVO MECANISMO PARA EVITAR EL RECHAZO DE TRANSPLANTE DE MÉDULA


Nuevo mecanismo que protege a los pacientes de la enfermedad injerto contra huésped que puede presentarse tras un trasplante de médula ósea. Esta incompatibilidad con la médula recibida se produce cuando las células inmunes del donante atacan al organismo del receptor, provocando graves daños orgánicos. Ensayos clínicos previos en pacientes humanos, método especial para tratar las células de médula ósea del donante antes de introducirlas en el receptor para reducir la posibilidad de rechazo.
Las células T son células sanguíneas que se organizan y participan en la defensa inmune. Ciertos tipos de células T producen la enfermedad de injerto contra huésped mientras otras protegen contra la infección y el cáncer. Los métodos actuales de prevención de esta reacción adversa suponen intentar eliminar o destruir las células T perniciosas de la médula del donante pero esto también elimina las células T protectoras, un método potencialmente peligroso que a menudo produce complicaciones.
El método utilizado en el estudio previo es diferente ya que antes de que las células T del donante fueran trasplantadas las células para evitar que aquellas que pueden producir el rechazo se multiplicaran.
Los pacientes que recibían la inyección con las células T del donante tratado tenían menos enfermedad injerto contra huésped grave y una recuperación inmune más rápida que los pacientes que recibieron las células T de los donantes normales.
Se ha descubierto ahora que meses después del trasplante se producía un aumento importante en la cantidad de una clase concreta de células inmunes llamadas células T reguladoras en los pacientes que recibían la médula ósea tratada.
Después de purificar estas células, se descubrió que las células T reguladoras podían suprimir específicamente las células T que causaban la enfermedad de injerto contra huésped. Sus descubrimientos sugieren que las células T reguladoras podrían en realidad tener un papel en el control de la enfermedad de rechazo después de un trasplante de médula ósea de este tipo.
La técnica utilizada para tratar la médula ósea del donante podría adaptarse para producir células T reguladoras para el tratamiento de otros trastornos como las enfermedades autoinmunes.

lunes, 5 de octubre de 2009

El transplante de médula ósea, una operación para curar los males de la sangre


Esta tiene células inmaduras, llamadas hematopoyéticas, que son las encargadas de formar las de la sangre.
Por eso tienen la capacidad de convertirse en glóbulos blancos, que luchan contra las infecciones; glóbulos rojos, que transportan el oxígeno, y plaquetas, que ayudan a coagular la sangre.
También hay células productoras de sangre presentes en el cordón umbilical.
¿Cuándo se requiere un trasplante?

Cuando la médula ósea es incapaz de producir cantidades suficientes de estas células o cuando lo hace de manera anormal.

¿Por qué se dañan las células de la sangre?

Hay trastornos heredados o adquiridos, entre ellos, la talasemia (la hemoglobina de los glóbulos rojos es incapaz de transportar oxígeno), la neutropenia congénita (hay producción muy escasa de glóbulos blancos) y algunos tipos de cáncer, como las leucemias (producción exagerada de células sanguíneas anormales), los linfomas (tipo de cáncer asociado a células de defensa) y los mielomas (tumores específicos de la médula ósea).

Las células de la médula ósea, por su inmadurez, son especialmente sensibles a la quimio y la radioterapia que se usan en tratamientos contra el cáncer. A veces pueden ser destruidas en su totalidad.

¿Qué tipo de trasplantes hay?

Autólogo: el paciente recibe su propia médula extraída antes de someterse a tratamientos contra el cáncer, por ejemplo, o en etapas tempranas de la enfermedad.

Singénico: recibe la médula ósea de su gemelo idéntico.
Alogénico: recibe las células de los hermanos, de los padres o de un donante externo pero compatible.

Cordón umbilical: las células del recién nacido pueden guardarse y usarse después.

¿Cómo se sabe si un donante es compatible?

Cada persona tiene un complejo distinto de proteínas llamadas 'antígenos leucocitarios humanos (HLA)' en la superficie de las células. Se busca que los del donante sean iguales a los del paciente, para evitar un rechazo. Por lo general, los más compatibles son los parientes cercanos.

¿Qué complicaciones tiene?

Puede presentarse un rechazo del trasplante. Para evitarlo, el receptor debe ser sometido a un tratamiento celoso para suprimir sus sistemas de defensa. Esto lo hace susceptible a las infecciones.

También puede haber hemorragias, dolor y la enfermedad de injerto contra huésped: células de defensa nuevas, que produce la médula implantada, no reconocen los órganos ni los tejidos del cuerpo del receptor y lo atacan.

¿Y después del trasplante?

Después de que las células entran al torrente sanguíneo del enfermo, viajan a la médula ósea, donde empiezan a producir glóbulos rojos, blancos y plaquetas en un proceso de prendimiento que puede durar de dos a cuatro semanas después del trasplante.

La recuperación completa puede tardar varios meses y hasta años.

viernes, 18 de septiembre de 2009

RELACIÒN PESO-LEUCEMIA


Un nuevo estudio revela que existiría cierta relación entre el peso al nacer y el riesgo de desarrollar leucemia.
El mayor peso del bebé en el parto está asociado tanto a la leucemia en general como la linfoblástica aguda . En tanto, la leucemia mieloide aguda parece estar vinculada tanto con el elevado como el bajo peso del niño al nacer.
Hay cada vez más evidencia que indica que la leucemia infantil se inicia en el útero.
Comparado con los niños de peso normal, los de mayor tamaño tenían un 35 por ciento más riesgo general de leucemia.
Por cada 1.000 gramos de aumento en el peso de nacimiento, la tasa de posibilidades de leucemia es mayor.
Por ejemplo, el riesgo de leucemia se vería afectado por factores epigenéticos, es decir modificaciones en los genes más que cambios en la secuencia de ADN en sí.
Esas modificaciones epigenéticas podrían incluir la adición de moléculas al núcleo del ADN y otros factores que influirían indirectamente en la expresión del genoma

martes, 8 de septiembre de 2009

La vacuna contra la leucemia mieloide crónica podría estar disponible en dos años


Investigadores del M.D. Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas (Estados Unidos) ensayan una vacuna terapéutica contra uno de los cuatro tipos más frecuentes de leucemia, la mieloide crónica, responsable del 15 por ciento de todos los casos de leucemia en adultos.

En declaraciones a Europa Press, el investigador español del centro Alfonso Quintás-Cardama explicó que los ensayos, todavía en fase preliminar, podrían materializarse en una vacuna para modular el sistema inmune que podría estar lista en dos años.

Quintás-Cardama destacó los retos de la medicina personalizada futura, que pondrá especial hincapié en el tratamiento de defectos genéticos del individuo.

Este experto se dio cita recientemente en Barcelona con algunos de los investigadores más importantes a nivel mundial en leucemia, organizado por Novartis Oncology.

Según los investigadores, tres meses es tiempo suficiente para obtener respuesta a la pregunta de cómo evolucionará un paciente con leucemia mieloide crónica.

Guintás-Cardama cree un tiempo "más que suficiente", puesto que "obtener respuestas apropiadas en estadios tempranos del tratamiento proporciona muy buenos resultados a largo plazo".

En España, se diagnostican cerca de un millar de casos nuevos al año, alrededor del 2 por ciento en niños. Una marca característica de esta enfermedad hematológica es la presencia de un cromosoma anómalo denominado Filadelfia que se detecta en las célulsa de aproximadamente el 95 por ciento de estos pacientes.

jueves, 3 de septiembre de 2009

CÉLULAS MADRE SANGRE DEL CORDÓN UMBILICAL


¿Qué es una célula madre?
Una célula madre es una célula maestra capaz de crear los componentes principales de la sangre humana de la médula ósea y del sistema inmunológico del cuerpo. Los glóbulos blancos, los glóbulos rojos y las plaqueta.
¿ En que consiste el Trasplante de sangre de cordón umbilical?
Al igual que el de médula ósea, el trasplante de sangre de cordón umbilical consiste en la infusión por vía intravenosa de la sangre de cordón umbilical con el objeto de sustituir a las células enfermas del paciente. Una vez dentro del torrente sanguíneo las células madre trasplantadas encuentran el camino hacia la médula ósea dentro de los huesos e inician la producción de células sanguíneas sanas, sin embargo, este proceso toma varias semanas para repoblar toda la médula ósea con células nuevas.
El primer transplante de sangre del cordón umbilical fue realizado exitosamente a un niño enfermo de cáncer de 5 años de edad en 1988, por la doctora Eliane Gluckman en París,
¿Cuándo y dónde se recoge y almacena la sangre del cordón umbilical?
Antes del parto, los futuros padres pueden hacer arreglos para que la sangre del cordón umbilical sea recolectada inmediatamente después del parto (no más de 15 minutos después) y almacenada para su propio uso en un banco de sangre comercial o, si lo prefieren, pueden donarla a un banco de sangre público para ponerla a disposición de cualquier persona que necesite un transplante y cuya sangre sea compatible con la del cordón umbilical.
¿Cuánto tiempo se puede guardar esta sangre?
Se almacena a temperaturas muy frías (- 180 °C ) y se piensa que, en esas condiciones, puede mantenerse por un mínimo de 10 años.

viernes, 28 de agosto de 2009

Transplante de médula ósea, una operación para curar los males de la sangre


Las células inmaduras, llamadas hematopoyéticas, que son las encargadas de formar las de la sangre.
Por eso tienen la capacidad de convertirse en glóbulos blancos, que luchan contra las infecciones; glóbulos rojos, que transportan el oxígeno, y plaquetas, que ayudan a coagular la sangre.
¿Cuándo se requiere un trasplante?
Cuando la médula ósea es incapaz de producir cantidades suficientes de estas células o cuando lo hace de manera anormal.
¿Qué tipo de trasplantes hay?
Autólogo: el paciente recibe su propia médula extraída antes de someterse a tratamientos contra el cáncer, por ejemplo, o en etapas tempranas de la enfermedad.
Singénico: recibe la médula ósea de su gemelo idéntico.
Alogénico: recibe las células de los hermanos, de los padres o de un donante externo pero compatible.
Cordón umbilical: las células del recién nacido pueden guardarse y usarse después.
¿Cómo se sabe si un donante es compatible?
Cada persona tiene un complejo distinto de proteínas llamadas 'antígenos leucocitarios humanos (HLA)' en la superficie de las células. Se busca que los del donante sean iguales a los del paciente, para evitar un rechazo. Por lo general, los más compatibles son los parientes cercanos.
¿Qué complicaciones tiene?
Puede presentarse un rechazo del trasplante. Para evitarlo, el receptor debe ser sometido a un tratamiento celoso para suprimir sus sistemas de defensa. Esto lo hace susceptible a las infecciones.
También puede haber hemorragias, dolor y la enfermedad de injerto contra huésped: células de defensa nuevas, que produce la médula implantada, no reconocen los órganos ni los tejidos del cuerpo del receptor y lo atacan.
¿Qué tan efectivos son los transplantes?
Por lo general son muy efectivos y, bien indicados, pueden acarrear la cura total.
ASESORÍA: CLARA PRATO, HEMATÓLOGA DE LA UNIVERSIDAD DEL ROSARIO.
'Recibí la médula de mi hermano'
'Hace 15 años me diagnosticaron leucemia mieloide crónica, que afecta la producción de glóbulos rojos. Sugirieron hacerme un trasplante de médula ósea y mi hermano fue el más compatible. Tras el procedimiento duré un mes dentro de una burbuja: debían bajar mis defensas para evitar que mi organismo rechazara las nuevas células. Estas empezaron a remplazar a mis células enfermas; no obstante, al encontrarse dentro de un cuerpo extraño, lo atacaron. Tuve dermatitis y problemas de coagulación.
A los seis meses me quitaron los medicamentos que suprimían mis defensas. Ahora estoy bien'.

martes, 25 de agosto de 2009

Médula ósea amarilla


La médula ósea amarilla (MOA) es un tipo de médula osea encargado de acumular grasas. Su color amarillento se debe al caroteno presente en las grasas que se juntan en sus abundantes células de almacenaje de grasas.
En los adultos, aproximadamente la mitad de la médula es roja y la otra amarilla.

Durante los primeros 4 años de vida, casi todas las cavidades medulares están compuestas por médula roja. Después de esa edad, la médula roja en la cavidad de los huesos largos se reemplaza de manera gradual por tejido graso amarillo.

La proporción relatica entre médula roja y amarilla puede alterarse también por procesos patológicos; la pérdida de sangre, por ejemplo, puede ocasionar que la médula ósea roja productora de elementos formes de la sangre sustituya a la médula ósea amarilla.

lunes, 24 de agosto de 2009

LA GRASA PRESENTE EN LA MÉDULA DE LOS HUESOS INFLUYE NEGATIVAMENTE SOBRE LA FORMACÍON DE LA SANGRE


En el interior de los huesos hay una médula en la que se “fabrica” la sangre. Además, este tuétano contiene grasa. De hecho, en algunas enfermedades en las que la médula no fabrica sangre adecuadamente, y también tras la radiación o la quimioterapia, las células de grasa dominan sobre las células productoras de sangre.
Un estudio demuestra que, de hecho, las células grasas impiden el crecimiento de las células madre que fabrican la sangre. Los investigadores utilizaron unos ratones especiales que no son capaces de producir células de grasa. Tras irradiarlos para vaciar su médula ósea, los sometieron a un transplante de células madre productoras de sangre, y comprobaron que éstas funcionaban mucho mejor en los ratones sin grasa que en ratones normales. Lo mismo sucedió al estudiar ratones normales que habían sido tratados con un fármaco que impide la formación de grasa.
Esto demuestra que las células de la grasa presentes en la médula ósea inhiben la actividad de las células madre productoras de sangre. El hallazgo podría tener aplicaciones para mejorar la eficacia de los transplantes de médula ósea que se llevan a cabo en humanos.

martes, 30 de junio de 2009

Leucemia mieloide aguda en adultos


La leucemia mieloide aguda (LMA) en adultos es un cáncer de la sangre y la médula ósea. Este tipo cáncer generalmente empeora rápidamente si no se administra tratamiento. Es el tipo más común de leucemia aguda en adultos.
Normalmente, la médula ósea produce células madre sanguíneas (células inmaduras) que, con el tiempo, se convierten en células sanguíneas maduras. Una célula madre sanguínea se puede convertir en una célula madre mieloide o una célula madre linfoide. La célula madre linfoide se convierte en un glóbulo blanco. La célula madre mieloide se convierte en uno de los tres tipos siguientes de células sanguíneas maduras:
• Glóbulos rojos que transportan oxígeno y otros materiales a todos los tejidos del cuerpo.
• Glóbulos blancos como defensa contra infecciones y enfermedades.
• Plaquetas que ayudan a prevenir hemorragias mediante la formación de coágulos de sangre.

En la LMA, las células madre mieloides generalmente se transforman en un tipo de glóbulos blancos inmaduros llamados mieloblastos (o blastos mieloides). Los mieloblastos en la LMA son anormales y no se convierten en glóbulos blancos sanos. En la LMA, a veces hay demasiadas células madre que se desarrollan y convierten en glóbulos rojos o plaquetas anormales. Estos glóbulos blancos, glóbulos rojos o plaquetas anormales se denominan también células o blastos leucémicos. Las células leucémicas se acumulan en la médula ósea y la sangre y dejan menos lugar para los glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas sanos.

Hay diferentes subtipos de LMA.
La mayoría de los subtipos de la LMA se basan en el grado de madurez (desarrollo) de las células cancerosas en el momento del diagnóstico y cómo se diferencian de las células normales.
La leucemia promielocítica aguda (LPA) es un subtipo de LMA que se presenta cuando las partes de dos genes se juntan. Por lo general, la LPA se presenta en adultos de mediana edad. Los síntomas de la LPA pueden incluir tanto el sangrado como la formación de coágulos de sangre.
Los signos posibles de LMA Fiebre.
• Dificultad respiratoria.
• Formación fácil de hematomas o hemorragias.
• Petequia (manchas planas, como puntitos bajo la piel producidos por la hemorragia).
• Debilidad o sensación de cansancio.
• Pérdida de peso o pérdida del apetito.
Para detectar (encontrar) y diagnosticar la LMA en adultos, se utilizan pruebas para examinar la sangre y la médula ósea.
• Examen físico y antecedentes
• Recuento sanguíneo completo
• Estudios de la química de la sangre
• Frotis de sangre periférica:
• Aspiración y biopsia de la médula ósea:
El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:
• La edad del paciente.
• El subtipo de LMA.
• Si el paciente recibió quimioterapia anteriormente para tratar un tipo de cáncer diferente.
• Si existen antecedentes de una hemopatía como síndrome mielodisplásico.
• Si el cáncer se ha propagado al sistema nervioso central.
• Si el cáncer se ha tratado antes o ha reincidido (retornado).

La exposición a campos magnéticos duplica las posibilidades de hijos con leucemia


Una investigación canadiense establece una relación directa entre la leucemia infantil y los aparatos eléctricos
Una investigación realizada en Canadá sobre medio millar de madres con hijos aquejados de leucemia ha podido determinar que la exposición acumulativa y máxima a los campos magnéticos que generan los aparatos eléctricos durante el embarazo duplica las posibilidades de tener niños que terminen desarrollando la leucemia. Aunque no es concluyente, la investigación constituye la primera constatación científica de la relación directa que puede existir entre los campos magnéticos y la leucemia.

jueves, 18 de junio de 2009

Células madre




Las células madre son células con el potencial de convertirse en muchos tipos distintos de células en el organismo. Funcionan como un sistema reparador del cuerpo. Existen dos tipos principales de células madre: células madre embrionarias y células madre adultas.
Las células madre (troncales) son células inmaduras del cuerpo que actúan como una "masa iniciadora" debido a que pueden hacer copias idénticas de sí mismas. Esto mantiene una provisión constante de células "iniciadoras" listas para madurar dentro de varias capas distintas--interna, media o externa--de tejido en respuesta a las necesidades del cuerpo. Las células madre maduran dentro de estas capas, reemplazando a células envejecidas o dañadas en sus tejidos respectivos del cuerpo. Una vez que ellas maduran, las células madre pierden la habilidad de duplicarse a sí mismas.
Células Madre (Troncales)
Las células madre (troncales) de la sangre, conocidas como células madre hematopoyéticas, residen principalmente en la médula ósea. Estas células "iniciadoras" reabastecen tres tipos de células sanguíneas: eritrocitos, comúnmente conocidos como glóbulos rojos; plaquetas, también conocidas como células coaguladoras de la sangre; y leucocitos, los glóbulos blancos del sistema inmunológico.
Células Madre (Troncales) de la Sangre
Cuando el cuerpo necesita reemplazar glóbulos rojos, plaquetas para la coagulación de la sangre o células inmunes, las células madre localizadas en la médula ósea maduran en un proceso conocido como hematopoyesis. La hematopoyesis continúa ocurriendo constantemente en el cuerpo humano, pero ciertas condiciones requieren una actividad incrementada.
De la Médula Ósea al Torrente Sanguíneo
Las células inmunes--también conocidas como glóbulos blancos o linfocitos--salen de la médula ósea cuando son aún inmaduras y ellas migran a través del torrente sanguíneo en su camino al timo y a otros órganos linfoides. Durante su viaje, ellas maduran y se convierten en células especializadas T ó B del sistema inmunológico. Otros componentes sanguíneos, como los glóbulos rojos, maduran completamente en la médula ósea antes de ser liberados a la sangre.
En general, en cualquier momento dado, hay una célula madre sanguínea circulando en el torrente sanguíneo de una persona por cada 100 presentes en la médula ósea.
Células Madre Propias al Rescate
Para minimizar cualquier daño a las células madre (troncales) de la sangre proveniente del tratamiento para el cáncer, estas células madre de la médula ósea se remueven y se preservan antes de que los pacientes reciban quimioterapia. Las células madre entonces se reinfunden en el (la) paciente después de la quimioterapia, en donde ellas migran a la médula ósea y empiezan a producir nuevas células sanguíneas.
Células Madre de Un(a) Donador(a) al Rescate
Una vez colectadas, las células madre (troncales) por lo general se infunden inmediatamente al (a la) paciente, en donde ellas migran a la médula ósea y se "establecen" o se injertan. Una vez ahí, las células madre pueden repoblar el torrente sanguíneo con glóbulos rojos normales y células inmunes que "rescatan" al (a la) paciente.
No Cualquier Célula Madre de la Sangre Será Suficiente
El éxito de un trasplante de células madre (troncales) de la sangre depende de las interacciones de los marcadores en la superficie de todas las células del cuerpo, incluyendo las células inmunes tanto del paciente como del donador. Normalmente, todas las células del cuerpo del paciente coexisten pacíficamente en un estado conocido como autotolerancia debido a que todas ellas portan las mismas proteínas "automarcadoras". Estas proteínas también se conocen como antígenos debido a que, si ellas se introducen a un nuevo ambiente, son capaces de estimular una reacción inmune poderosa.

viernes, 12 de junio de 2009

Leucemia: el cáncer que más ataca a los niños


Buen estudiante, buen hermano, feliz y perfectamente sano. Así describe Zoraida Martínez, de 29 años, la vida que su hijo Salomón llevaba en Casanare con el resto de la familia hasta abril del año pasado.

"De un momento a otro, Salomón empezó a decir que se sentía mal, como cansado, y se quejaba de dolor en los huesos.Dos meses después le diagnosticaron leucemia.

En los casos de leucemia, la médula ósea produce glóbulos blancos anormales. Poco a poco esta enfermedad se propaga a la sangre. De ahí puede pasar a los ganglios linfáticos, al bazo, al hígado, al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y a otros órganos.

Como los glóbulos blancos presentan defectos (y por ende se afecta su función), los niños pueden experimentar episodios de fiebre e infecciones. De igual modo, pueden sufrir de anemia, porque la enfermedad afecta la producción de glóbulos rojos, que transportan oxígeno.


Encontraron ayuda

La madre de Salomón no sabía nada de la leucemia hasta el momento del diagnóstico


La madre de Salomón recorrio muchos institutos donde le podrian brindar uyada, fue un trabajo duro pero con buenos frutos.

Salomón, que con un año de tratamiento se ve y se siente bien, está más seguro que cualquiera de que se va a curar.
La leucemia es curable en un 90%
• La base del manejo de la leucemia es la quimioterapia (medicamentos que disminuyen el crecimiento de las células cancerosas).
• Con el fin de reducir las probabilidades de que la leucemia ataque el sistema nervioso central, los pacientes la reciben a través del líquido cefalorraquídeo que rodea al cerebro y la médula espinal, que en personas de alto riesgo se combinan con radiación.
• En algunas formas de leucemia infantil, el porcentaje de remisión (parar la enfermedad ) alcanza el 90 por ciento en países desarrollados.
Fuentes: Asociación Colombiana de Hematooncología pediátrica. Asociación Americana de Cáncer. Fundación Colombiana de Leucemia y Linfoma

lunes, 8 de junio de 2009

transplante de médula ósea

DUDAS SOBRE EL TRANSPLANTE DE MEDULA ÓSEA


Las células hematopoyéticas, que son las encargadas de formar las células de la sangre, tienen la capacidad de convertirse en glóbulos blancos, que luchan contra las infecciones; glóbulos rojos, que transportan el oxígeno, y plaquetas, que ayudan a coagular la sangre.
¿Cuándo se requiere un trasplante?

Cuando la médula ósea es incapaz de producir cantidades suficientes de estas células o cuando lo hace de manera anormal.

¿Por qué se dañan las células de la sangre?

Hay trastornos heredados o adquiridos, entre ellos, la talasemia, la neutropenia congénita y algunos tipos de cáncer, como las leucemias (producción exagerada de células sanguíneas anormales), los linfomas y los mielomas (tumores específicos de la médula ósea).

¿Qué tipo de trasplantes hay?

Autólogo: el paciente recibe su propia médula extraída antes de someterse a tratamientos contra el cáncer, por ejemplo, en etapas tempranas de la enfermedad.

Singénico: recibe la médula ósea de su gemelo idéntico.
Alogénico: recibe las células de los hermanos, de los padres o de un donante externo pero compatible.

¿Cómo se sabe si un donante es compatible?

Cada persona tiene un complejo distinto de proteínas llamadas 'antígenos leucocitarios humanos (HLA)' en la superficie de las células. Se busca que los del donante sean iguales a los del paciente, para evitar un rechazo.

¿Qué complicaciones tiene?

Puede presentarse un rechazo del trasplante..

También puede haber hemorragias, dolor y la enfermedad de injerto contra huésped: células de defensa nuevas, que produce la médula implantada.

¿Y después del trasplante?

Después de que las células entran al torrente sanguíneo del enfermo, viajan a la médula ósea, donde empiezan a producir glóbulos rojos, blancos y plaquetas en un proceso de prendimiento que puede durar de dos a cuatro semanas después del trasplante.

¿Qué tan efectivos son los transplantes?

Por lo general son muy efectivos y, bien indicados, pueden acarrear la cura total.

viernes, 22 de mayo de 2009

LA DESICION PARA UN TRASPLANTE DE MEDULA OSEA


CUANDO SE DECIDE QUE SE DEBE REALIZAR UN TRASPLANTE DE MEDULA OSEA

El trasplante de médula ósea se realiza cuando se ha producido un daño en la médula ósea que le impida realizar las funciones que, antes de la quimioterapia, estaba realizando. Estas funciones consisten en la formación de las células sanguíneas, papel fundamental para la vida humana.

La quimioterapia se administra para destruir las células cancerosas pero, al mismo tiempo, puede dañar la médula ósea y otros órganos. Por esto generalmente no se suelen utilizar dosis muy elevadas.
Cuando la leucemia no desaparece a dosis moderadas de quimioterapia y se requiere, para la curación, administrar una dosis mucho mayor, junto con el empleo en ocasiones de radioterapia, será necesario realizar un trasplante de médula ósea porque ésta va a ser destruida por la quimioterapia.
A la administración de quimioterapia previa al trasplante, se le denomina acondicionamiento.
Con este trasplante se administra células madre que son productoras de las células que forman la sangre.

Las células madre se pueden conseguir directamente de la médula ósea o de la sangre periférica.

Si se extraen de la médula, habrá que realizar múltiples aspiraciones en los huesos de la cadera (crestas iliacas) bajo anestesia general.
En la médula ósea existe una célula madre por cada 2.000 células, para conseguir un número suficiente de células madre hay que extraer casi un litro de médula, por este motivo hay que realizar múltiples pinchazos y el paciente tiene que estar anestesiado.
Otro método consiste en emplear citoquinas, que son una especie de "hormonas de la médula ósea" que hacen que salgan las células madre a la sangre periférica y sean recogidas con unos separadores celulares mediante un procedimiento denominado aféresis o leucoféresis a través de una máquina similar a la de diálisis.
Una vez extraídas se colocan en una bolsa de transfusión para administrarla por vía intravenosa al paciente compatible, o bien se congela a -200¼ C, en el caso de trasplante autólogo.
Cuando la médula se introduce en el interior del torrente sanguíneo a través de un catéter central, estas células madre se dirigen hacia las cavidades de los huesos donde se implantan, maduran y se multiplican. Así el paciente puede producir de nuevo células sanguíneas sanas.
En ocasiones este procedimiento supone la única posibilidad de curación para algunos pacientes con leucemia u otras enfermedades como aplasia medular, mieloma múltiple, linfoma maligno, talasemia mayor, etc. ...
Existen dos tipos de trasplante de células madre, el alogénico y el autológico.
Cuando las células que se trasplantan, sean de médula ósea o de sangre periférica, son de un donante, familiar o no, cuyo tipo tisular es casi idéntico al del paciente, se habla de
trasplante alogénico.
El trasplante autólogo consiste en obtener médula ósea del propio paciente, mientras la enfermedad está en remisión para mantenerla congelada y realizar el trasplante después de aplicarle al paciente una dosis alta de quimioterapia. Este tipo se realiza cuando no existe un posible donante o se considera que el riesgo es muy elevado con el trasplante alogénico, por el posible rechazo que pueda sufrir el paciente.
Si no tiene un hermano gemelo, las posibilidades de conseguir un donante compatible no son superiores al 35%.
El trasplante autólogo tiene menos riesgos que el alogénico al no existir el rechazo. Sin embargo, hay mayor índice de recidivas porque es posible que, al extraer la médula del propio paciente, quede alguna cancerosa que produzca después del trasplante que la enfermedad reaparezca.
Una vez que se ha realizado el trasplante, la médula tarda en reconstituirse unas 3-4 semanas. Durante este período, denominado aplasia, el paciente no posee el número de células sanguíneas suficiente como para mantenerse con vida. Por ello tiene un riesgo elevado de sufrir infecciones o hemorragias, por lo que debe permanecer en el hospital para realizarle transfusiones o administrarle antibióticos.

lunes, 11 de mayo de 2009

Los expertos no creen que congelar el cordón «en privado» sea efectivo

Desde que en 2006 los Príncipes de Asturias decidieron conservar la sangre del cordón umbilical de la mayor de sus hijas en un banco de muestras en Estados Unidos, han proliferado en nuestro país compañías dedicadas a conservar este material rico en células madre por una cantidad que ronda los 2.000 euros (más unos 100 anuales).
Muchos padres se enfrentan a esta decisión cuando nacen sus hijos: ¿Debo pagar para conservarlo? ¿Las necesitaré en el futuro? ¿Servirán? Una encuesta realizada a 93 pediatras estadounidenses y canadienses, publicada en 'Pediatrics', revela que los profesionales no son muy partidarios de esta práctica.
La presencia de células madre adultas en la sangre del cordón, como las que hay en la médula ósea, hace de este material una posible fuente para trasplantes en el caso de enfermedades sanguíneas como la leucemia.
Sin embargo, los datos de la encuesta revelan que muchos especialistas prefieren decantarse por buscar un donante de médula ósea u otro de sangre de cordón almacenada en un banco público (trasplante alogénico) que por las células propias del receptor (trasplante autólogo).
De los miles de procedimientos que habían realizado estos especialistas, sólo 50 se hicieron con muestras privadas: nueve del propio bebé y 41 para un donante compatible. Según explica el trabajo, en 36 de estos 41 trasplantes alogénicos, el cordón umbilical del niño se congeló en un banco privado sabiendo que existía una indicación compatible para un posible receptor (casi siempre, un hermano).
«En general, los pediatras son partidarios de congelar el cordón si existe una patología previa en la familia», aclara Matesanz. «Esto es lo que se conoce como donación dirigida, que puede beneficiar a un hermano vivo o a otro niño que pueda venir, y también se lleva a cabo en los bancos públicos españoles».
Poniéndoles ejemplos concretos, sólo un 6% de los especialistas señaló que elegiría sangre del propio cordón para tratar la recaída de un niño con leucemia linfoblástica aguda (el cáncer más frecuente en la infancia) si éste tuviese un donante de médula o cordón compatible. «Esta opción se desaconseja por el propio componente genético de esta leucemia», dice Matesanz.
Sobre congelar en un banco privado, ningún encuestado recomendaría esta opción a los padres de ascendencia europea y con otro hijo sano. Sí se mostraron más partidarios de que las parejas pertenecientes a minorías étnicas recurrieran a ella, puesto que es más difícil hallar donantes compatibles no emparentados.

viernes, 24 de abril de 2009

TODO ACERCA DE TRASPLANTE DE MEDULA


TODO ACERCA DE TRASPLANTE DE MEDULA
La Hematología y los Trastornos de la Sangre
Trasplante de Médula ósea
¿Qué es un trasplante de médula ósea?
Un trasplante de médula ósea (bone marrow trasplant, BMT) es una terapia especial para pacientes que tienen cáncer u otras enfermedades que afectan la médula ósea. Un trasplante de médula ósea consiste en tomar células que normalmente se encuentran en la médula ósea (células madre), filtrarlas y devolvérselas al paciente o a otra persona. El objetivo del BMT es la transfusión de células sanas de la médula ósea a una persona después haber eliminado su propia médula ósea enferma.


¿Qué es la médula ósea?
La médula ósea es un tejido blando y esponjoso que se encuentra dentro de los huesos. La médula ósea de las caderas, el esternón, la columna vertebral, las costillas y el cráneo contiene células que producen las células sanguíneas del cuerpo. Es responsable del desarrollo y el almacenamiento de alrededor del 95 por ciento de las células sanguíneas del cuerpo. Los tres tipos principales de células sanguíneas producidas en la médula ósea son:

Glóbulos rojos (eritrocitos) - llevan el oxígeno a todos los tejidos del cuerpo.
Glóbulos blancos (leucocitos) - ayudan a combatir las infecciones y asisten en el sistema inmunológico.
Plaquetas - ayudan a coagular la sangre.
Cada una de estas células lleva a cabo una función esencial para la vida. La médula ósea es una parte vital del cuerpo humano.

¿Qué son las células madre?
Cada tipo de célula sanguínea de la médula ósea comienza como célula madre. Estas células son células inmaduras, capaces de producir otras células sanguíneas que maduran y funcionan según sea necesario.

Las células madre son las más importantes en un trasplante de médula ósea. Al ser trasplantadas, encuentran el camino a la médula ósea del receptor y comienzan a diferenciar y producir todos los tipos de células sanguíneas necesarias para el cuerpo.

¿Por qué es necesario un trasplante de médula ósea?
El objetivo de un trasplante de médula ósea es curar muchas enfermedades y tipos de cáncer. Cuando la médula de un niño se daña o se destruye como consecuencia de una enfermedad o tratamientos intensos de radioterapia o quimioterapia para el cáncer, puede ser necesario un trasplante de médula ósea.

Un trasplante de médula ósea puede utilizarse para:

Sustituir una médula ósea enferma que no funciona por una médula ósea sana y funcional (para condiciones como la leucemia, la anemia aplásica y la anemia drepanocítica o de células falciformes).
Sustituir la médula ósea y restaurar su función normal después de que se hayan administrado altas dosis de quimioterapia o radioterapia para tratar un cáncer. Este proceso a menudo se denomina "de rescate" (para enfermedades como el linfoma, y el neuroblastoma).
Sustituir la médula ósea por una médula ósea funcional y sana genéticamente para prevenir más daño como consecuencia de una enfermedad genética (tal como el síndrome de Hurler y la adrenoleucodistrofia).
El trasplante de médula ósea conlleva riesgos, algunos de los cuales ponen en peligro la vida. Los riesgos y los beneficios deben ser evaluados exhaustivamente con el equipo de trasplante de médula ósea antes del procedimiento.

Cada niño experimenta las enfermedades en forma distinta, y un trasplante de médula ósea puede no ser apropiado para todas las personas que padecen estas enfermedades. He aquí algunas de las enfermedades que han sido tratadas con trasplante de médula ósea:

Leucemia.
Linfomas.
Algunos tumores sólidos (es decir, neuroblastoma, rabdomiosarcoma, tumores cerebrales).
Anemia aplásica.
Inmunodeficiencias (trastorno de inmunodeficiencia combinada severa, síndrome de Wiskott-Aldrich).
Anemia de células falciformes.
Talasemia.
Anemia de Blackfan-Diamond.
Trastornos metabólicos/de almacenamiento (es decir, síndrome de Hurler, trastorno de adrenoleucodistrofia).
Cánceres de los riñones.
¿Cuáles son los distintos tipos de trasplantes de médula ósea?
Existen tipos diferentes de trasplante de médula ósea, dependiendo de quién sea el donante. Los diferentes tipos de trasplante de médula ósea incluyen los siguientes:

Trasplante autólogo de médula ósea
El donante es el mismo niño. Las células madre se obtienen del niño, ya sea recogiéndolas de la médula ósea o por aféresis (un proceso de recolección de las células madre de sangre periférica), y luego volviendo a dárselas al paciente después de un tratamiento intensivo. A menudo el término "rescate" se utiliza en vez de "trasplante".
Trasplante alogénico de médula ósea
El donante tiene el mismo tipo genético que el niño. Las células madre se toman por extracción de la médula ósea o por aféresis de un donante que coincide genéticamente, normalmente un hermano o hermana. Otros donantes para los trasplantes alogénicos de médula ósea incluyen:
El padre o la madre - hay una coincidencia haploide-idéntica cuando el donante es un progenitor y la coincidencia genética es idéntica al receptor en al menos el cincuenta por ciento.
Un hermano gemelo - un trasplante singénico es un trasplante alogénico de un hermano gemelo. Se considera que los gemelos tienen una coincidencia genética completa para un trasplante de médula ósea.
Trasplante de médula ósea de desconocidos (UBMT o MUD) - las células madre o de médula ósea coincidentes genéticamente son de un donante desconocido. Los donantes desconocidos se encuentran a través de los registros nacionales de médula ósea.
Trasplante de sangre del cordón umbilical
Las células madre se obtienen del cordón umbilical inmediatamente después del nacimiento de un bebé. Estas células madre se reproducen en células sanguíneas funcionales y maduras de forma más rápida y eficaz que las células madre extraídas de la médula ósea de otro niño o adulto. Las células madre son examinadas, clasificadas, contadas y congeladas hasta que estén listas para ser trasplantadas.
Puesto que las células madre son "nuevas", pueden producir más células sanguíneas de cada célula madre. Otra ventaja de la sangre del cordón umbilical es que los linfocitos T (parte del sistema inmunológico que causa la enfermedad de injerto-contra-huésped) no son completamente funcionales en esta etapa temprana de la vida. Los receptores de trasplantes de sangre del cordón umbilical corren menor riesgo de contraer la enfermedad de injerto-contra-huésped.

El equipo de trasplante de médula ósea:
El grupo de especialistas que participan en el cuidado de los niños que se someten a un trasplante a menudo se llama "equipo de trasplante”. Todos los individuos de este equipo trabajan juntos para maximizar las probabilidades de un trasplante exitoso. La nariz está constituida por:

Médicos - médicos que se especializan en oncología, hematología, inmunología y trasplantes de médula ósea.
Enfermera o enfermero coordinador del trasplante - enfermera o enfermero que organiza todos los aspectos de los cuidados que se le proporcionarán a su hijo antes y después del trasplante. El enfermero(a) coordinador(a) le proporcionará al paciente educación y coordinará los exámenes de diagnóstico y los cuidados de seguimiento.
Trabajadores sociales - profesionales que ayudarán a su familia a enfrentar muchas situaciones que pueden surgir, incluyendo el alojamiento, transporte, financiamiento y asuntos legales. También pueden ayudarle a coordinar métodos escolares alternativos para que su hijo no se atrase.
Nutricionistas - son los profesionales que le ayudarán a satisfacer las necesidades nutricionales de su hijo antes y después del trasplante. Ellos trabajarán estrechamente junto con usted y su familia.
Fisioterapeutas - profesionales que ayudarán a su hijo a volverse fuerte e independiente con respecto a los movimientos y la resistencia después del trasplante.
Asistencia pastoral - capellanes que proporcionarán apoyo y asistencia espiritual.
Otros miembros del equipo - otros miembros del equipo evaluarán a su hijo antes del trasplante y proporcionarán cuidados de seguimiento según sea necesario. éstos incluyen, pero no se limitan a, farmacéuticos; terapeutas respiratorios; técnicos de laboratorio; especialistas en enfermedades infecciosas; dermatólogos; gastroenterólogos; y psicólogos.
El equipo de trasplante de médula ósea realiza una evaluación exhaustiva. La decisión de someter a su hijo a un trasplante de médula ósea se basa en muchos factores, incluyendo los siguientes:

La edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos.
La gravedad de la enfermedad.
La disponibilidad de un donante.
La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la evolución de la enfermedad.
Las expectativas para la trayectoria del trasplante.
Su opinión o preferencia.
Preparación del receptor:
Para un niño que va a recibir el trasplante, se realizará lo siguiente antes del procedimiento:

Antes del trasplante, el equipo de trasplante de médula ósea realizará una evaluación exhaustiva. Se evaluarán los riesgos comparados con los beneficios del resto de las opciones de tratamiento, y se hablará sobre ellos.
Se realizará una historia médica completa y un examen físico, incluyendo múltiples exámenes para evaluar las funciones de los órganos y la sangre del niño (por ejemplo, corazón, riñón, hígado, pulmones).
El niño vendrá frecuentemente al centro de trasplantes hasta 10 días antes del trasplante para hidratación, evaluación, colocación de la vía venosa central y otros preparativos. Se coloca quirúrgicamente un catéter, también llamado vía venosa central, en una vena en la zona del tórax. Los productos sanguíneos y medicamentos se administrarán a través del catéter.
Debe estar disponible un donante adecuado (tejido tipificado y coincidente). Encontrar un donante coincidente puede ser un proceso largo y difícil. Los donantes de médula ósea están registrados en varios registros nacionales e internacionales. Una investigación de médula ósea consiste en investigar estos registros buscando donantes cuya sangre coincida lo más posible con el niño que necesite el trasplante.
Preparación del donante:
Las fuentes de donantes disponibles incluyen: uno mismo, hermanos, parientes o familiares, una persona no emparentada con el paciente o el cordón umbilical de una persona emparentada o no emparentada. Existen registros nacionales e internacionales de personas no emparentadas y de sangre del cordón umbilical. Los miembros de la familia pueden ser tipificados debido a su deseo de ayudar. Estos familiares pueden ser o no elegibles para que se registre su tipo para su uso en otros receptores.
Si a un donante potencial se le notifica que puede haber una coincidencia con un niño que necesita un trasplante, se someterá a exámenes adicionales. Se realizarán exámenes relacionados con su salud, exposición a virus y un análisis genético completo para determinar la extensión de la coincidencia. Al donante se le darán instrucciones sobre cómo se realizará la donación de médula ósea.
Una vez que se encuentra un donante para un niño que necesita un trasplante de médula ósea, se extraen las células madre de la médula ósea (recolección de células madre con una aguja colocada en el centro blando de la médula ósea) o se extraerán las células madre de la sangre periférica (células madre que se obtienen de las células que circulan en la sangre). La sangre del cordón umbilical ya se recolectó en el momento del nacimiento y se almacenó para su uso posterior.
¿Cómo coinciden un donante y un receptor?
La coincidencia consiste en tipificar el antígeno leucocitario humano (human leukocyte antigen, HLA). Los antígenos de la superficie de estos glóbulos blancos especiales determinan la composición genética del sistema inmunológico de una persona. Existen al menos 100 antígenos HLA; sin embargo, se cree que hay unos cuantos antígenos principales que determinan si un donante y un receptor coinciden. Los otros se consideran menores y su efecto en un trasplante exitoso no está tan bien definido.

Los investigadores todavía están estudiando el papel que todos los antígenos juegan en el proceso del trasplante de médula ósea. Cuanto más antígenos coincidan, mejor será el injerto de la médula donada. El injerto de las células madre se produce cuando las células donadas van hacia la médula y empiezan a producir nuevas células sanguíneas.

¿Cómo se recolectan las células madre?
Un trasplante de médula ósea se realiza transfiriendo células madre de una persona a otra. Las células madre pueden recolectarse de las células que circulan en la sangre (el sistema periférico) o de la médula ósea.

Células madre de la sangre periférica (su sigla en inglés es PBSCs)
Las células madre de la sangre periférica se recolectan por aféresis, un proceso en el cual el donante es conectado a una máquina especial que separa las células mediante una aguja introducida en la vena. La sangre se extrae de una vena y circula por la máquina que retira las células madre, y se le devuelven la sangre y el plasma restantes al donante a través de otra aguja introducida en el brazo opuesto. Pueden necesitarse varias sesiones para recolectar suficientes células madre con el fin de asegurar las probabilidades de éxito del injerto en el receptor.

Puede administrársele un medicamento al donante durante aproximadamente una semana antes de la aféresis, el cual estimulará la médula ósea para que aumente la producción de nuevas células madre. Estas nuevas células madre saldrán de la médula y entrarán en el sistema de sangre periférica o circulante.
Recolección de la médula ósea
La recolección de médula ósea consiste en recolectar células madre con una aguja colocada en el centro blando de la médula ósea. La mayoría de los puntos utilizados para obtener médula ósea están situados en los huesos de la cadera y el esternón. El procedimiento se realiza en el quirófano. Se anestesiará al donante durante el proceso y no sentirá la aguja. Durante la recuperación, el donante puede experimentar algún dolor en las zonas donde se introdujo la aguja.
Si el donante es el mismo niño, se llama un trasplante autólogo de médula ósea. Si se planea un trasplante autólogo, se recolectarán previamente las células madre de la sangre periférica (aféresis) o de la médula ósea, se contarán, se examinarán y se prepararán para su infusión.

Para trasplantes de sangre del cordón umbilical, la sangre se recolecta en el momento del nacimiento y se almacena. La sangre del cordón se recoge luego del parto, cuando la placenta y el cordón umbilical se separan del bebé. El lugar de recolección se limpia para evitar que ingresen bacterias durante el proceso de recolección. La sangre que contiene el cordón se recoge en un recipiente estéril. Luego se prueba el tipo de sangre y la presencia de virus o enfermedades, y se cuentan las células madre. La sangre del cordón umbilical luego se almacena en refrigeradores especiales y se registra en un registro nacional para potenciales receptores con coincidencia.

El procedimiento de trasplante de médula ósea:
Los preparativos para un trasplante de médula ósea varían según el tipo de trasplante, la enfermedad que requiere el trasplante y la tolerancia de su hijo a determinados medicamentos. Tenga en cuenta lo siguiente:

En la mayoría de los casos se incluyen altas dosis de quimioterapia o radioterapia en las preparaciones. Esta terapia intensa es necesaria para tratar efectivamente el cáncer y hacer espacio en la médula ósea para que crezcan las nuevas células. La terapia a menudo se llama ablativa, o mieloablativa, debido al efecto que tiene en la médula ósea. La médula ósea produce todas las células sanguíneas de nuestro cuerpo. La terapia ablativa impide este proceso de producción de células y la médula ósea se vacía. Se necesita una médula ósea vacía para hacer espacio para que crezcan las nuevas células madre y establecer un nuevo sistema de producción.
Después de administrar la quimioterapia, la radioterapia o ambas, se realiza un trasplante de médula, de la médula ósea, del cordón o de células madre recogidas periféricamente, y se administra a través del catéter venoso central en el torrente sanguíneo. La colocación de la médula ósea en el hueso no es un procedimiento quirúrgico, sino que es similar a recibir una transfusión de sangre. Las células madre encuentran el camino en la médula ósea y empiezan a reproducirse y a formar nuevas células sanguíneas sanas.
Se proporciona cuidado de apoyo para prevenir y tratar las infecciones, los efectos secundarios de los tratamientos y las complicaciones. Esto incluye realizar exámenes de sangre frecuentes, una estrecha monitorización de los signos vitales, la estricta medida de lo que se ingiere y lo que se elimina y del peso diario de su hijo (o dos veces por día), y se proporciona un ambiente estéril y protegido.
Los días antes del trasplante se cuentan como días con un signo negativo. El día del trasplante se considera el día cero. El injerto y período de recuperación después del trasplante se cuentan como días con un signo positivo. Por ejemplo, un niño puede ingresar en el hospital en el día -8 para un tratamiento preparatorio. El día del transplante se denomina día O. Los días +1, +2, etc. son los que le siguen. Hay eventos específicos, complicaciones y riesgos asociados con cada día antes, durante y después del trasplante. Los días se enumeran para ayudar al niño y a la familia a entender dónde están en términos de riesgos y para la planificación del alta.

Durante la infusión de médula ósea, su hijo puede experimentar uno o más de los siguientes síntomas:

Dolor.
Escalofríos.
Fiebre.
Sarpullido, o ronchas.
Dolor en el pecho.
Después de la infusión, el niño puede:

Pasar varias semanas en el hospital.
Ser muy susceptible a las infecciones.
Experimentar hemorragia excesiva.
Recibir transfusiones de sangre.
Estar aislado en un ambiente estéril.
Tomar múltiples antibióticos y otros medicamentos.
Tomar un medicamento para prevenir la enfermedad de injerto-contra-huésped (si el trasplante es alogénico). Las células nuevas trasplantadas (el injerto) tienden a atacar los tejidos del niño (el huésped), incluso cuando el donante es un pariente, como un hermano, una hermana o un progenitor.
Someterse a exámenes de laboratorio continuos.
Experimentar náuseas, vómitos, diarrea, llagas en la boca y debilidad extrema.
Experimentar ansiedad transitoria psicológica o emocional.
La salud física y mental de su hijo es importante para el éxito del trasplante. Se toman todas las medidas posibles para minimizar las complicaciones y promover un entorno saludable, alegre y seguro para su hijo.

¿Cuándo se produce un injerto?
El injerto de las células madre se produce cuando las células donadas van hacia la médula y empiezan a producir nuevas células sanguíneas. Dependiendo del tipo de trasplante y de la enfermedad que se esté tratando, el injerto normalmente se produce alrededor del día +15 o +30. Se realizarán recuentos sanguíneos frecuentes durante los días posteriores al trasplante para evaluar el inicio y el progreso del injerto. Por lo general, las plaquetas son las últimas células sanguíneas en recuperarse.

El injerto puede retrasarse como consecuencia de una infección, medicamentos, recuento bajo de células madre donadas o rechazo del injerto. Aunque la nueva médula ósea puede empezar a fabricar células en los primeros 30 días después del trasplante, la recuperación total del sistema inmunológico puede tardar meses, incluso años.

¿Qué complicaciones y efectos secundarios pueden producirse después de un BMT?
A continuación se enumeran las complicaciones que pueden producirse en un trasplante de médula ósea. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Las complicaciones pueden variar, dependiendo de lo siguiente:

El tipo de trasplante de médula.
El tipo de enfermedad que requiere el trasplante.
El tratamiento preparatorio.
La edad y el estado general de salud del receptor.
La variación del tejido coincidente entre el donante y el receptor.
La presencia de complicaciones graves.
Las complicaciones posibles pueden incluir, entre otras, las siguientes, que pueden ocurrir solas o en combinación:

Infecciones
Las infecciones son probables en un niño que tiene supresión grave de la médula ósea. Las infecciones bacterianas son las más frecuentes. Las infecciones virales y por hongos pueden poner en peligro la vida. Cualquier infección puede provocar una estadía más larga en el hospital, impedir o retrasar el injerto o causar un daño permanente en un órgano. A menudo se administran antibióticos y medicamentos antifúngicos y antivirales para prevenir la infección grave en el niño inmunosuprimido.

Las medidas preventivas de fuentes comunes de infección también son parte de un trasplante. Esto puede incluir todo o parte de lo siguiente:
Habitaciones especiales de aire filtrado.
Restricciones dietarias.
Requisitos de aislamiento.
Restricción de visitas.
Estricto régimen de higiene.
Cambio frecuente de sábanas.
Se realizan exámenes de sangre para prevenir, detectar y tratar infecciones. Con frecuencia, se administran varios antibióticos si se sospecha la existencia de alguna infección.

Bajo nivel de plaquetas y bajo nivel de glóbulos rojos
La trombocitopenia (bajo nivel de plaquetas) y la anemia (bajo nivel de glóbulos rojos), como resultado de una médula ósea no funcional, pueden ser peligrosas e incluso amenazar la vida. La mayoría de los niños requieren varias transfusiones de productos sanguíneos. Un nivel bajo de plaquetas puede causar hemorragias peligrosas en los pulmones, en el sistema gastrointestinal (GI) y en el cerebro. Hasta que las células madre comiencen a producir nuevas células sanguíneas, se necesita terapia del tracto GI para evitar lesiones y tratar la anemia.
Dolor
El dolor relacionado con las llagas en la boca y la irritación gastrointestinal (GI) es común. Las altas dosis de quimioterapia y radiación pueden causar mucositis grave (inflamación de la boca y del tracto gastrointestinal). Sin el sistema inmunológico en funcionamiento, su hijo es incapaz de curar estas irritaciones con rapidez. Con frecuencia se requiere medicamento contra el dolor. El cuidado de la boca es necesario para prevenir infecciones y lesiones cuando se anticipa la presencia de mucositis.

Es posible que la quimioterapia, la radiación y la irritación GI causen diarrea, náuseas y vómitos. Quizá sea necesario administrarle a su hijo calorías y proteínas por vía intravenosa (IV) hasta que sea capaz de alimentarse nuevamente y se haya resuelto la diarrea.
Sobrecarga de líquido
La sobrecarga de líquido es una complicación que puede producir neumonía, daño al hígado y presión sanguínea alta. La razón principal para la sobrecarga de líquido es que los riñones no pueden mantener la gran cantidad de líquido que se está administrando en forma de medicamentos intravenosos (IV), nutrientes y productos derivados de la sangre. Los riñones pueden también estar dañados por una enfermedad, infección, quimioterapia, radiación o antibióticos.

Durante el trasplante y la recuperación, se evaluará la aparición de signos y síntomas de sobrecarga de líquido en su hijo. Posiblemente necesite pesarse al menos una vez al día (quizá dos o tres veces) y se medirá frecuentemente la química sanguínea, lo que ingiere y lo que elimina. Quizá se administren medicamentos que ayuden a la función renal y la eliminación del exceso de líquido.

miércoles, 22 de abril de 2009


Aplasia medular. Actualización
Dr. Sergio Machín García, Dra. Eva Svarch y Dra. Elvira Dorticós Balea
Resumen
La aplasia medular, según su etiología puede ser congénita y adquirida; esta última es la más frecuente. La causa del fallo de la hematopoyesis parece ser multifactorial. Se revisan las causas de aplasia medular adquirida, sus mecanismos fisiopatológicos y se hace énfasis en los mecanismos inmunes, que desempeñan un papel central en su fisiopatología. Se actualizan los criterios diagnósticos, los elementos de pronóstico desfavorable, así como las enfermedades con las que debe hacerse el diagnóstico diferencial. Las terapéuticas actuales más efectivas son los inmunosupresores y el trasplante de médula ósea, cada uno de ellos ofrece ventajas y desventajas y requiere de indicaciones precisas.
Descriptores DeCS: ANEMIA APLASTICA.
Este trastorno fue descrito por Paul Ehrlich en 18881 y en 1904 Chauffard lo denominó con el término de anemia aplástica (AA).2
La incidencia es de 2 a 6 por millón de personas.3,4 La edad de comienzo está entre los 20 y 25 años y se describe fundamentalmente en 2 etapas de la vida: la adolescencia, el adulto joven y los ancianos. No existe diferencia entre los sexos.5
ETIOLOGÍA
La AA puede ser constitucional o adquirida. Del 70 al 80 % de esta última es idiopática y el resto puede ser el resultado del daño directo de la médula ósea (MO) por agentes físicos o químicos (radiaciones ionizantes, drogas citotóxicas, benceno, insecticidas, pinturas, etc.).5,6 En el 13 % de los casos aparece asociación con un agente farmacológico (antiinflamatorios no esteroideos, sulfamidas, algunos sicotrópicos, allopurinol y oro).7,8 Con la introducción del cloranfenicol en los Estados Unidos de Norteamérica, se observó una alta incidencia de la AA, y se demostró in vitro que éste inhibe la síntesis de proteínas y el ADN en los progenitores hematopoyéticos, produce supresión reversible de la MO relacionada con la dosis y raramente una forma severa irreversible no relacionada con la dosificación.9 Sin embargo, actualmente este fármaco es muy utilizado en todo el mundo sin aumento demostrable de la incidencia de esta enfermedad.3,5,10 La AA puede estar precedida por infecciones virales como la hepatitis no A no B no C no G,10,11 el virus de Epstein Barr y del herpes simple.12 También se describe asociada con trastornos inmunes (lupus eritematoso sistémico, enfermedad injerto contra huésped, fasciculitis eosinofílica, hipogammaglobulinemia),12-14 timoma9 y embarazo, con curación al término de éste.15
FISIOPATOLOGÍA
La causa del fallo de la hematopoyesis en la AA parece ser multifactorial y se han invocado varias teorías para explicar su fisiopatología.
I Ausencia o defecto de los precursores hematopoyéticos.
Con el trasplante de médula ósea sin-génico se logra una recuperación hematopoyética completa en el 50 % de los enfermos, con la simple infusión de un número adecuado de células de médula ósea nor-males,16 el aumento de las alteraciones nucleares en algunos pacientes, la existencia de alteraciones cromosómicas y el defecto en las 3 líneas celulares en el síndrome de hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN)/aplasia. Estos resultados sugieren una alteración de las células precursoras.17,18
El número de células CD34+ y otros precursores hematopoyéticos disminuyen,19,20 así como su capacidad funcional, lo que se demuestra en cultivos de médula ósea con y sin factores de crecimiento.8,11,21
Muchos enfermos tratados con inmunosupresión (IS) recobran aparentemente la función medular, pero persiste pancitopenia moderada con cambios dismielopoyéticos en la MO. Además la síntesis de ADN que está disminuida durante la fase aguda de la enfermedad, se mantiene baja después del tratamiento IS.22 Estos resultados reflejan trastornos de la función celular y sugieren un defecto en la proliferación que persiste después del trata-miento. La naturaleza de esta alteración no es bien conocida.23
La existencia de una hematopoyesis clonal en la AA se plantea sobre la base de 3 observaciones clínicas: el síndrome HPN/aplasia, las enfermedades clonales tardías y las evidencias en análisis moleculares de clonicidad al diagnóstico de la enfermedad, lo que demuestra un patrón clonal de inactivación del cromosoma X con reordenamiento genético de los inmunorreceptores de tipo policlonal24 y oligoclonal de las células T.25
Algunos autores niegan la existencia de células premalignas al inicio de la enfermedad,10 otros consideran la AA como un trastorno premaligno,26,27 y sugieren que existe una alteración al nivel medular que en dependencia del grado del daño celular previo, la intensidad de los mecanismos inmunes, la resistencia de las células a los agentes agresores y la edad del paciente, puede evolucionar hacia una AA, HPN, leucemia aguda o un síndrome mielo-diaplástico (SMD).18,28
Para tratar de definir los mecanismos inmunes que ocurren en esta patología se han realizados varios estudios, pero la ausencia de un modelo animal, el escaso número de células sensibles al ataque inmune y la heterogeneidad de la enfermedad han impedido alcanzar conclusiones definitivas.
Como en muchos otros trastornos inmunes se ha observado una predisposición genética unida a los antígenos de histocompatibilidad (HLA) clase II,12 fundamentalmente el HLA-DR2.38 Se ha demostrado una mayor frecuencia del alelo DRB1*1501 en el genotipo que determina el HLA-DR2, lo cual pudiera estar asociado con la susceptibilidad inmune en la aplasia.34
Aunque los mecanismos por los cuales un agente químico o biológico alteran la inmunidad no están bien definidos, la asociación con drogas se ha inferido por estudios epidemiológicos, nunca por análisis de laboratorio sistemáticos, y es poco probable que una célula o citocina aislada sea la única causa de la enferme-dad.8,23
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza por las manifestaciones clínicas secundarias a la pancitopenia: fatiga, astenia, palpitaciones, taquicardia, palidez cutáneo-mucosa, equimosis, petequias, gingivorragia, hemorragias viscerales e infecciones frecuentes. En el aspirado y en la biopsia de MO además de la hipocelularidad con depresión de los 3 sistemas hemopoyéticos, puede existir un aumento de linfocitos, células plasmáticas, fibroblastos, y en ocasiones hemofagocitosis.
En la actualidad, un grupo de investigadores sugiere la utilización de métodos no invasivos, como la resonancia magnética, para la clasificación y cuantificación del contenido medular.39
La observación de eritroblastos circulantes en sangre periférica puede hacer suponer un error diagnóstico, sin embargo, se han descrito pacientes con AA típica y eritroblastos circulantes con buena respuesta a los tratamientos específicos.40
Se describen factores de mal pronóstico, tales como: hemorragias y rápido deterioro clínico al inicio de la enfermedad, mayor intervalo de tiempo entre el comienzo de los síntomas y el diagnóstico, sexo masculino, más del 70 % de células no mieloides en médula ósea, reticulocitopenia, neutropenia y trombocitopenia severas y menos del 11 % de utilización del hierro en el estudio ferrocinético.41 En algunos estudios la edad, la etiología, las cifras de hemoglobina y la celularidad de la MO no tienen valor pronóstico aislado.42
Aunque existen varias formas de clasificar la severidad de la enfermedad,43 internacionalmente son aceptados los criterios de Camitta44 que definen como AA severa: 1. MO con menos del 25 % de la celularidad normal o menos del 50 % de celularidad con menos del 30 % de tejido hematopoyético y 2. al menos 2 de los 3 estudios periféricos siguientes: número abso-luto de neutrófilos menor de 500/ L, plaquetas menores que 20,000/ L y anemia con porcentaje de reticulocitos corregido menor de 1 %. La neutropenia severa (menor de 200/ L) determina un subgrupo muy severo de peor pronóstico.
El diagnóstico definitivo se realiza por la hipersensibilidad celular a agentes clastogénicos como el diepoxibutano y la mitomicina C46 y la presencia de anormalidades cromosómicas47 descritas al menos en 5 genes y definidas por los grupos de complementación A, B, C, D y E,48 de los cuales el C ya fue clonado en el cromosoma 9q. Estu-dios preliminares sugieren que el genotipo de este grupo afecta el fenotipo de la enfermedad y que tiene valor pronóstico.49
Diagnóstico diferencial
Debe realizarse con todos los trastornos con pancitopenia. La anemia megaloblástica presenta celularidad medular normal con cambios megaloblásticos; las enfermedades con hiperesplenismo secundario, integridad o hiperplasia de los 3 sistemas en la MO. Los síndromes mielodisplásticos se acompañan de hipocelularidad medular en el 20 % de los casos, pero generalmente existen signos de dismielopoyesis, alteraciones cromosómicas y baja expresión del CD34+;41 las leucemias agudas raramente semejan una aplasia, pero este cuadro puede verse especialmente en niños con leucemia linfoblástica aguda y en ancianos con leucemia no linfoide aguda. En la mielofibrosis la aspiración de MO es muy difícil y en la biopsia se observa fibrosis no grasa; las enfermedades que infiltran MO también pueden producir pancitopenia, pero la presencia de células extrañas al parénquima medular hacen el diagnóstico.33,41
La HPN en ocasiones se presenta en formas aplásicas, sobre todo en el niño pequeño. Alrededor del 50 % de las aplasias tiene una prueba de Hams positiva y en algunos pacientes los precursores hematopoyéticos son anormalmente sensibles a la lisis mediada por complemento.9 Del 9 al 13 % de las aplasias evolucionan a la HPN y el 58 % de las HPN pueden desarrollar una aplasia.50,51 Se ha demostrado la ausencia de la fosfatidilinositol glicosilada (FIG) en pacientes con AA51 típica51 y déficit de la glicoproteína 1 en monocitos, granulocitos, eritrocitos y plaquetas en ambas patologías.52 Esta relación se conoce como síndrome HPN/aplasia y se describe una disminución in vitro del número y función de las células progenitoras que afecta por igual a clones celulares normales y deficientes de FIG.53
La base bioquímica del fallo medular en la HPN es desconocida; algunas observaciones sugieren que los clones deficientes de FIG están presentes normalmente en las células hematopoyéticas y se expresan si son estimulados. Con algunas moléculas de adhesión a los linfocitos también se unen a la FIG, es posible que las células deficientes escapen del ataque inmune.10
Tratamiento
Aunque se describen remisiones espontáneas tardías,54 es importante iniciar el tratamiento de la AA inmediatamente después del diagnóstico y debe estar dirigido a la identificación y eliminación de posibles factores etiológicos, tratamiento de las complicaciones secundarias a la pancitopenia y restauración de la hematopoyesis normal.
La introducción de las transfusiones de plaquetas y el desarrollo de nuevos antibióticos como medidas de soporte en el tratamiento, modificaron considerablemente la historia natural de la enfermedad.
Las infecciones bacterianas en pacientes neutropénicos pueden ser rápidamente fatales y ante la sospecha de infección está indicado el uso de antibióticos de amplio espectro por vía parenteral. La infección por Pneumocistis carinii y/o hongos especialmente candidas y aspergillus debe ser considerada. Las sepsis por virus son raras.16
Las hemorragias no son muy frecuentes y los enfermos toleran valores bajos de plaquetas sin sintomatología grave. No existen evidencias de que el uso profiláctico de plaquetas sea superior a utilizarlas sólo cuando existen manifestaciones hemorrágicas. La hemoglobina debe mantenerse alrededor de 70 g/L y se recomienda el uso de agentes quelantes del hierro en los enfermos politransfundidos. En los pacientes candidatos a TMO debe evitarse el uso de transfusiones, porque aumenta el riesgo de rechazo al injerto y nunca deben utilizarse hemoderivados de pacientes cercanos para evitar la sensibilidad a antígenos del donante de MO.42
Según los conocimientos actuales de la fisiopatología de la enfermedad, el tratamiento para restaurar la hematopoyesis normal debe estar dirigido a la reposición de las células progenitoras mediante el TMO o a la supresión del proceso inmunológico.
Transplante de médula ósea
El TMO es el tratamiento curativo de elección en los pacientes jóvenes, ya que remplaza las células progenitoras hematopoyéticas por MO normal. Las principales desventajas son que sólo una minoría de los pacientes tienen un hermano HLA-idéntico que pueda ser donante y que pueden ocurrir complicaciones graves relacionadas con este proceder como infecciones, neumontis intersticial y enfermedad injerto contra huésped (EICH).55 El fallo del injerto ocurre con mayor frecuencia que en otras patologías, especialmente en pacientes politrans-fundidos.33,56 En la actualidad se comunica una sobrevida global del 50 al 90 % entre los 3 y 10 años de seguimiento.16,31,41,56 La mejoría de los resultados se atribuye a la introducción de la globulina antitimocítica y dosis bajas de radioterapia en el régimen de acondicionamiento (RA), utilización de la ciclosporina A (CSA) en la prevención y tratamiento de la EICH, así como a mejoría de los tratamientos de apoyo.33,56,57 En pacientes sin respuesta a la IS, el TMO puede ser una terapia de rescate con iguales resultados de sobrevida global que cuando se utiliza como tratamiento inicial.58
El TMO de donantes no familiares fenotípicamente idénticos, precedidos de RA intensivos es útil en niños y adultos jóvenes sin donante familiar que no respondan a la IS convencional.59 El trasplante de donantes parcialmente compatibles se ha realizado poco, con resultados no satisfactorios.33 Actualmente se emplean otras fuentes alternativas como las células progenitoras de la sangre periférica60 y del cordón umbilical.61
Inmunosupresión
Esta terapéutica ha demostrado ser eficiente en la AA, con un 40 a 80 % de respuesta a una droga o a la combinación de éstas.48,55-57,60,62 Las recaídas se producen en el 30 % de los enfermos y la respuesta a un segundo ciclo es en general buena.54 A diferencia del TMO en general no se restaura totalmente la hematopoyesis normal y persisten anemia, leucopenia y/o trombocitopenia ligeras o moderadas, pero sin requerimientos de transfusiones, ni riesgo severo de infecciones.5,30,31,63 Esta recuperación sólo parcial se cree que se deba a una inhibición mantenida de la MO por los linfocitos o a una pérdida irreversible de las células progenitoras.31
Los inmunosupresores más utilizados son inmunoglobulinas purificadas de plasma de animales inmunizados con timocitos de niños en el caso de la gammaglobulina antitimocítica (GAT) y linfocitos del conducto torácico para la gammaglobulina antilinfocítica (GAL). Ambas producen lisis de los linfocitos T del humano, aunque también actúan sobre los linfocitos B, las células asesinas naturales, monocitos, células de adhesión y se ha comunicado que estimulan la proliferación de las células T in vitro y promueven la secreción de algunos factores de crecimiento. La combinación de varios mecanismos de acción podría ayudar a explicar los mejores resultados obtenidos en relación con otros inmunosupresores específicos contra las células T y las respuestas tardías al tratamiento.54,59,64 La administración de gammaglobulinas se puede acompañar de aumento transitorio de las enzimas hepáticas,65 manifestaciones tóxicas de tipo anafilácticas y más frecuentemente de enfermedad del suero. Estas 2 últimas complicaciones pueden ser atenuadas con la asociación de corticosteroides.
Corticosteroides
La utilización de dosis altas de corticosteroides como tratamiento de IS ha sido muy discutida. El 50 % de respuesta comunicado por Bacigalupo y otros en 197972 no se ha reproducido en otros estudios.73
La asociación de dosis variables de corticosteroides con otros inmunosupresores también es contradictoria. Algunos trabajos describen buenos resultados en la respuesta inicial, no así en la sobrevida total,63,74,75 y otros lo contradicen.38,66 Es importante destacar que los corticosteroides aún en dosis bajas producen toxicidad significativa.
Andrógenos
Producen respuesta hematológica ocasionalmente, pero no aumentan la sobre-vida.5,31,76 Se comunica una mortalidad de más del 60 % en los primeros meses en pacientes tratados solamente con andrógenos y corticosteroides.41 Algunos beneficios se describen cuando se asocian con otros inmunosupresores, específicamente en aplasias moderadas y mujeres.77,78

viernes, 13 de marzo de 2009

SIDA EN PACIENTES DE TMO


SIDA: Indetectable VIH en paciente con trasplante de médula ósea
El virus del sida se volvió indetectable en un paciente leucémico y seropositivo tras un sofisticado trasplante de médula ósea, un "caso interesante", pero "aislado" que no debe despertar falsas esperanzas, explicaron galenos del hospital berlinés de la Caridad.
"Es un caso interesante para la investigación. No obstante quien prometa esperanzas de curación a los millones de personas contaminadas por el VIH no sería serio", dijo el profesor Rodolf Tauber, quien habló de "un caso aislado".
Seropositivo desde hace diez años, el paciente, un estadounidense de 42 años que vive en Berlín, debió sufrir un trasplante de médula ósea para tratar una leucemia que se le declaró hace tres años.
Entre los donantes potenciales que presentaban una médula compatible con la suya, se encontraba una persona portadora de una mutación genética ya conocida por los científicos pero inexplicada hasta el presente: esta particularidad, una mutación del receptor CCR5 del virus, está presente en una proporción de 1% al 3% en la población europea y parece conferir a los individuos portadores una inmunidad del factor ante el VIH.
El equipo del hematólogo berlinés Eckhard Thiel, que se encargó del paciente, escogió a este donante particular "con la esperanza de que tras el trasplante de médula ósea la infección por VIH del enfermo desaparecería también".
El paciente, que estaba bajo tratamiento retroviral desde hacía varios años y no había jamás desarrollado el sida, suspendió su tratamiento en el momento del trasplante con el fin de evitar que los antivirales no causaran su rechazo.

La Fe de las Niños con Cancer


NIÑOS CON CANCER
Todas y cada una de las células de nuestro cuerpo tienen estrechamente regulados algunos aspectos como el crecimiento, la interacción con otras células y hasta su ciclo vital. El cáncer ocurre cuando un tipo determinado de células pierde estos mecanismos de control normales y empieza a crecer de una manera que el cuerpo ya no puede regular. Los distintos tipos de cánceres tienen signos, síntomas, tratamientos y pronósticos diferentes, dependiendo del tipo de células implicadas y del grado de crecimiento celular incontrolado. ¿Qué es el cáncer? Todos los tipos de cáncer, incluyendo los que se dan en la infancia, tienen un proceso patológico común -las células cancerosas, al crecer descontroladamente, adquieren tamaños y morfologías anómalos, ignoran sus límites habituales en el interior del cuerpo, destruyen células vecinas y, a la larga, se pueden acabar extendiendo a otros órganos y tejidos (lo que se conoce como metástasis). A medida que el cáncer se va extendiendo, consume cada vez mayor parte de los nutrientes que necesita el cuerpo para funcionar. El cáncer consume la energía del paciente, destruye órganos y huesos y debilita sus defensas contra otras enfermedades. Afortunadamente, el cáncer infantil es relativamente infrecuente, afectando en EE.UU. sólo a aproximadamente 14 de cada 100.000 niños cada año. Considerando todos los grupos de edad, los cánceres más frecuentes en la infancia son la leucemia, el linfoma y el cáncer cerebral. A partir de los diez años, también hay una mayor incidencia del osteosarcoma (cáncer de huesos). Cada tipo de cáncer afecta a distintas partes del cuerpo, y sus tratamientos y tasas de curación también son diferentes. Asimismo, los niños que se han sometido a quimioterapia o a radioterapia debido a un cáncer previo también pueden tener un riesgo más elevado de desarrollar otro cáncer en el futuro. De todos modos, en la mayoría de los casos, los cánceres infantiles se desarrollan a raíz de mutaciones (o cambios) no heredadas en los genes de sus células en proceso de crecimiento. Puesto que estos errores ocurren al azar o de forma impredecible, actualmente no hay manera de prevenirlos. Es posible que el pediatra de su hijo le detectara algunos de los primeros síntomas del cáncer en alguna revisión periódica. De todos modos, muchos de estos síntomas ,también son propios de otras infecciones o trastornos distintos del cáncer. Por este motivo, no es nada raro que tanto los médicos como los padres sospechen otras enfermedades propias de la infancia cuando aparecen los primeros síntomas de cáncer. Una vez recibido el diagnóstico de cáncer, es importante que busque ayuda para su hijo en un centro médico especializado en oncología pediátrica o en el tratamiento del cáncer infantil. Tratamiento del cáncer El tratamiento del cáncer en los niños incluye la quimioterapia (el uso de medicamentos para matar a las células cancerosas), la radioterapia (el uso de radiaciones para matar a las células cancerosas) y la cirugía (para extirpar las células cancerosas o tumores). El programa de tratamiento necesario en cada caso dependerá del tipo de cáncer, así como de su agresividad, lo extendido que esté y la edad del niño. Cirugía En los niños con leucemia o linfoma, la cirugía suele desempeñar un papel poco importante. Esto se debe a que la leucemia y el linfoma son cánceres que afectan a los sistemas circulatorio y linfático, que están ampliamente distribuidos por todo el cuerpo, lo que dificulta tratarlos de forma local extirpando un área específica. Los niños con determinados tipos de cánceres pueden ser candidatos a someterse a un transplante de médula ósea. La médula ósea es un tejido esponjoso que hay en el interior de determinados huesos del cuerpo y que desempeña la función de producir glóbulos sanguíneos. Si un niño padece un tipo de cáncer que influye sobre la función de los glóbulos sanguíneos, un transplante de médula ósea (en conjunción con la quimioterapia para matar las células cancerosas) puede favorecer el crecimiento de nuevas células sanas. El transplante de médula a veces también se utiliza para tratar cánceres en los que no está comprometido el funcionamiento de los glóbulos sanguíneos, porque ayuda a los médicos a utilizar dosis de quimioterapia más elevadas de las que habría tolerado el paciente si no se le hubiera hecho el trasplante. Quimioterapia La quimioterapia es una medicación que se utiliza como tratamiento complementario para eliminar las células cancerosas que quedan en el cuerpo. Los niños o adolescentes con cáncer suelen recibir la quimioterapia por vía intravenosa (inyectada en vena) u oral (por boca). Algunos tipos de quimioterapia pueden ser aplicados en forma intratecal (dentro del liquido cefalorraquideo o liquido espinal). Los medicamentos entran en el torrente sanguíneo y matan las células cancerosas en aquellas partes del cuerpo afectadas por el cáncer. La duración de la quimioterapia y el tipo concreto de fármacos que se utilizan dependen del tipo de cáncer que padezca el niño y de su respuesta a los mismos. El tratamiento es diferente en cada paciente, de modo que un niño puede tener que someterse a quimioterapia diaria, semanal o mensualmente. También es posible que el pediatra recomiende hacer varios ciclos de tratamiento, para que el cuerpo del niño pueda descansar y recuperarse entre ciclo y ciclo. Muchos de los medicamentos que se utilizan en quimioterapia conllevan el riesgo de padecer problemas a corto y largo plazo. Los efectos a corto plazo incluyen náuseas, vómitos, caída del cabello, fatiga, anemia, mayor riesgo de hemorragia y mayor riesgo de infección debido a la destrucción de la médula ósea, así como lesiones renales e irregularidades menstruales. Algunos de los medicamentos que se utilizan en la quimioterapia también se asocian a riesgo de inflamación de la vejiga, hematuria (sangre en la orina), pérdidas auditivas y lesiones renales. Otros pueden provocar problemas cardíacos y cutáneos. Algunos de los efectos colaterales a largo plazo son la infertilidad, trastornos de crecimiento, daño a organos e incremento de riesgo de sufrir un segundo cáncer. El pediatra de su hijo adoptará precauciones y le recetará otros medicamentos para contrarrestar la máxima cantidad posible de efectos secundarios de la quimioterapia. Radioterapia La radioterapia es uno de los tratamientos más habituales del cáncer.La radioterapia tiene muchos efectos secundarios potenciales (como mayor riesgo de malignidades y esterilidad), que usted debería comentar con el pediatra de su hijo. La principal meta del tratamiento del cáncer es curarlo; ésta es la prioridad absoluta sobre cualquier otro aspecto del cuidado del paciente. De todos modos, hay muchos medicamentos y terapias que pueden ayudar a hacer más soportable el tratamiento. Afrontar el cáncer Siempre que sea posible, los niños mayores con cáncer deberían implicarse activamente en su tratamiento. Se les debería proporcionar información sobre su tipo concreto de cáncer y sus efectos utilizando un lenguaje adaptado a su edad y nivel de comprensión. No obstante, cuando el cáncer afecta a niños más pequeños -menores de 4 años- suele bastar con explicarles simplemente que están "enfermos" y necesitan "medicinas" para ponerse mejor. En todos los grupos de edad, la meta es evitar el miedo y los malentendidos. Los niños mayores pueden culpabilizarse, como si el cáncer fuera culpa suya. Psicólogos, trabajadores sociales y otros miembros del equipo de tratamiento del cáncer pueden ser de gran ayuda para tranquilizar al niño, apoyarlo y ayudarle a expresar y a afrontar sus sentimientos. El equipo de tratamiento del cáncer puede orientar y apoyar a los pacientes y a sus familiares. Les puede ayudar a soportar el sufrimiento y a afrontar la incertidumbre y los cambios en la vida del paciente y toda la familia impuestos por el cáncer y su tratamiento. Si es necesario, el equipo también puede contactar o visitar el centro de enseñanza del niño para explicar el diagnóstico a sus profesores y/o compañeros de clase. Sustituir el miedo, la ignorancia y los malentendidos por la empatía, la comprensión y la información es una meta fundamental en el proceso de ayudar a un niño con cáncer a afrontar su enfermedad. El diagnóstico y el tratamiento del cáncer infantil son procesos largos, que requieren tiempo y paciencia, y el tratamiento se asocia a efectos secundarios tanto a corto como a largo plazo. Pero, gracias a los avances médicos, cada vez hay más niños con cáncer que completan el tratamiento con éxito, pudiendo abandonar el medio hospitalario y crecer como cualquier otro niño. En la actualidad, hasta el 70% de todos los niños con cáncer se pueden curar.!Recuerda que la fe mueve montañas!

martes, 24 de febrero de 2009

CONSERVEMOS LA FE

ALIVIA EL CANCER EN LOS NIÑOS
Combaten la enfermedad y apoyan a niños, al tiempo que impulsan el deporte; es un compromiso en cadena que cambia la vida de los afectados Cáncer desactiva sistema ligado al inmunológico para salvarse, revelan 2008-09-28 Prevé OMS más de un millón de muertes en África por cáncer 2008-09-23 El Universal Un muchacho como cualquier otro, le fue detectado un linfoma Non-Hodgkins en cuello y axila. El diagnóstico del doctor le cambió la vida: cáncer. Asegura que gracias a un tratamiento oportuno y el apoyo de familiares y amigos logró vencer la enfermedad, para combatir este mal y al mismo tiempo impulsar el deporte. El programa, orientado hacia la población en general y presentado ayer ante medios de comunicación y patrocinadores, tiene un procedimiento en realidad muy simple: debe elige la carrera en la que quiere competir (algunos empezarán con el maratón de Nueva Yok) y después del evento sus patrocinadores, amigos empresas o conocidos, donarán la cifra acordada con el corredor a la fundación. Tal vez más importante que aportar una fuerte cantidad de dinero es el segundo compromiso que se adquiere cuando un corredor se registra en la asociación: cada persona que se comprometa con una meta debe a su vez invitar a dos más, creando así una cadena de registros que crecería exponencialmente. El ejemplo que mostró Fernández es que, si la cadena se amplía 12 veces, se lograrían 4 mil corredores dispuestos a recaudar fondos, si las metas fueran en realidad conservadoras y cada uno se propusiera recaudar mil pesos, se lograría la cantidad de 4 millones 96 mil pesos. Esto alcanzaría para pagar el tratamiento de 15 niños en Casa de la Amistad, pues cada uno tiene un costo de 260 mil pesos. Al ser cuestionado acerca de la gestión de los fondos y si se mantendrá una vigilancia para que los corredores cumplan en verdad sus rutas se puede afirmar que las metas son morales, es decir, se confía en el corredor y no se le pide que compruebe su participación en la carrera o bien que la haya terminado. En cuanto a los fondos, el iniciador del programa contestó que todos serán manejados por Casa de la Amistad, la cual ha atendido a más de 480 niños con cáncer. Usuario anónimo 5/2/2008 no tiene q ver un dios para quitar o para q no exista el cancer el cancer se curra con fe y con esperanza y con el apoyo de la gente q te rodea y el q escribio este comentario esta muy equibocado por q el no sabe q es tener cancer esto lo digo por que yo tuve cancer y si lo q se ciente q la gente te be muy mal con adio y asco espero q piense y reflisionen lo q ban a poner . Anónimo (mile) 22/6/2008 DIOS, ES MUY GRANDE Y POR ESO PONE ESTAS PRUEBAS A LAS PERSONAS, PARA QUE SE DEN CUENTA QUE LA VIDA ES MUY BELLA Y QUE HAY PERSONAS QUE QUIEREN VIVIR, MIENTRAS HAY OTRAS QUE SE QUITAN LA VIDA O LE QUITAN LA VIDA SIN PENSAR EN EL DAÑO QUE HACEN bebonito 16/11/2007 si existe , pero el tiene buenas razones para permitirlo. estos niños tienen la esperanza segura de vivir en el paraiso q prometio jesus. job:34:10 Responder comentario Anónimo (gytoman) 14/1/2008 NO lo entiendo.. que razon hay que un niño sufra una lenta enfermedad.. que muchas veces cierra las puertas a que se divierta como un niño mas... disahali 29/11/2007 claro que dios existe y es quien mas nos ama por que permite que seaamos probados para que valoremos todo lo que tenemos y sobre todo nuestra salud Responder comentarioAnónimo (REIVAX) 30/11/2007 Las enfermedades no tienen que ve nada con la existencia de un Dios o no; es un proceso de la evolucion humana, en donde trata de evitar la sobre población. Ya estariamos al maximo de la capacidad si la gente no naciera enferma, se enfermara en el transcurso o hubiera desastres??, estamos sobrepoblados por nos hemos ido en contra de la naturaleza tratando de prorogar la vida de las personas, y permitiendo que genes que se malformaron en algun momento se sigan transmitendo a nuevas generaciones. Si embargo siempre sera doloroso que las enfermedades las padezca un niño, peor aun si ese niño es un familiar. Responder comentario